Fui a Holbox para estar 2 días, me quedé 5 y con ganas de más. Llegué buscando al tiburón ballena y terminé encontrando un rincón caribeño con mucha magia y luz propia.

Cómo llegar a Holbox

Llegar a la Isla de Holbox fue la primer aventura. Desde Cancún a Chiquilá hay solo 3 autobuses por día, una ruta famosa por los carteristas, así que cuida bien tu mochila. Ya en Chiquilá hay 9 ferrys hasta la isla.

Chiquila → HolboxHolbox → Chiquila
6:00 a.m.5:00 a.m
8:00 a.m.7:00 a.m.
10:00 a.m.9:00 a.m.
11:00 a.m.10:00 a.m.
12:00 p.m.11:00 a.m.
1:00 p.m.12:00 p.m.
2:00 p.m.1:00 p.m.
4:00 p.m.3:00 p.m.
5:00 p.m.4:00 p.m.
7:00 p.m.6:00 p.m.
9:30 p.m.8:00 p.m.
holbox-pueblo

Pueblo de Holbox. Fotografía de dolanh.

El tiburón ballena, orgullo de Holbox

Mi primer impresión fue muy grata. Holbox es aun un pueblo sin grandes hoteles o restaurantes pero con esencia cosmopolita. Sus venas son calles arenosas y en ellas circulan bicicletas, carros de golf, locales y expatriados. Su orgullo es el tiburón ballena, el pez más grande y noble del planeta.

La encrucijada entre el mar Caribe y el golfo de México dio origen a la biodiversidad en Holbox. Delfines, flamingos, tortugas, pelícanos, iguanas, cangrejos y hasta cocodrilos son algunos de sus anfitriones.

 Pizza de langosta. Los plantillos de langosta abundan y son relativamente económicos. Foto de Holbox.gob.mx.

Pizza de langosta. Los plantillos de langosta abundan y son relativamente económicos. Foto de Holbox.gob.mx.

Hospedaje en Holbox

Mi casa en Holbox fue Tribu Hostel un completo y colorido espacio creado por una pareja de viajeros que no resistieron abandonar la isla. Con amplias áreas comunes y un excelente ambiente fue sencillo hacer compañeros de experiencias y amigos.

Tribu Hostel. Fotografía de TribuHostel.com.

Tribu Hostel. Fotografía de TribuHostel.com.

“Hoy el agua
nace a borbollones
en mi corazón.
Me baña
la frescura de un canto.” – Humberto Ak’abal.

Qué hacer en Holbox

Desde el hostal me anoté al tour del tiburón ballena. Salimos por la mañana en lancha pero se asomaba una tormenta, poco antes de llegar, el capitán revaluó el clima y lo mejor fue regresar. Al siguiente día tuvimos más suerte, el clima era inmejorable pero mi primera vez con snorkel y nadar con un gigante me sonaba emocionante e intimidante por igual.

Después de 90 minutos bordeando la isla vimos al primer tiburón y de repente 3, 10 y luego una mancha enorme de cientos. Con los nervios, entré al agua y después de un pocos pataleos ya estaba rodeado de gigantes concentrados en atrapar tanto plancton como podían. Vi muchos de cerca, pero la imagen de un enorme tiburón ballena pasando su majestuosa longitud bajo de mi es algo que guardaré por siempre en la memoria.

holbox-tiburon-ballena

“En el agua veo mi rostro.
No éste que ves.
El agua no es espejo.
Mi puro yo
está más allá
de lo que soy.” – Humberto Ak’abal.

Fui inconsciente del paso del tiempo hasta que llegó la quinta y última noche. Había luna llena y se me antojaba un poco de mar y arena, cuando llegue a la playa me llevé una gran sorpresa, el agua brillaba. Mientras me bañaba en el tibio mar, cientos de chispas azules fosforecían. Quizá era el plancton o simplemente la magia de este fosforescente Holbox.

Foto de portada de Christopher William Adach. CC.